Cuando uno está nervioso, preocupado o triste el cuerpo reacciona liberando hormonas que sirven que tu cerebro esté más alerta, que tus músculos se tensionen y aumentan tu pulso para una situación de emergencia a corto plazo, como parte de nuestro instincto biológico de supervivencia.
El problema es que el estrés es crónico y constante, mantiene el cuerpo en este estado de alerta mismo si no hay peligro, de tal manera que aumenta el riesgo de aumento de presión arterial, problemas de corazón, depresión, alteraciones de piel y pelo también.
La piel y el pelo suelen dar pistas de cómo esta tu salud de manera general. En estados de estrés crónico, es posible notar la piel más apagada, el aparecimiento de acné y eccemas y también caída abrupta importante del cabello, conocida como efluvio telógeno.
Es importante uno darse cuenta de lo que está produciendo el estrés e intentar manejarlo. Poner horarios fijos para las tareas diarias, dormir suficiente, meditar y tener minutos de relajación durante el día, hacer ejercicio físico. Estas son algunas de las actividades que ayudan a que manejes mejor el estrés.