Hasta los 30 años de edad la gente siempre me ha dado mucho más edad de lo que yo tenia. Era una fase en que incluso me encantaba aparentar más edad. Cuando empezé la residencia de dermatología fue cuando empezé a cuidar mi piel y hacer algún procedimiento. Vez o otra fue probando distintos tratamientos, empezé con neuromodulador para arrugas de expresión, peelings químico, algunas sesiones de ácido hialurónico, luz pulsada y laser. Voy combinando según las necesidades de mi piel en cada momento.
Porque les cuento eso? Actualmente considero que tengo una piel bonita y sana, prácticamente nunca uso base de maquillaje. No hay piel perfecta sin ningún desperfecto nunca, pero hoy en día me encanta cuando me dicen que mi piel está bonita y aparento menos edad. Eso combina con lo que siento internamente y eso me hace feliz.
Muchos pacientes tienen miedo a los procedimientos estéticos, pero, en mano de expertos, los resultados son naturales y progresivos. Sin embargo, hay que recordar que para resultados óptimos, el profesional médico tiene que estar bastante capacitado ya que diagnosticar correctamente, entender tu anatomía y estilo de vida, manejar y combinar múltiples técnicas adecuadamente requiere bastante entrenamiento.
Mi filosofía de trabajo se basa en el hecho de que la diversidad es bella y que hay belleza en múltiples formatos de rostro y combinaciones anatómicas. La mejoría debe ser progresiva, continua y natural. No hay que padronizar la belleza y querer hacernos todos con la misma cara.
Es posible envejecer bien, de manera natural, con tratamientos seguros, eficaces y prácticamente indolores. Cuidarse es quererse, aumenta la autoestima y mejora nuestra calidad de vida. Yo estoy muy feliz con mi piel, con mi apariencia y con el nivel de bien estar que me produce. Ven conmigo y déjame asesorarte, envia tu mensaje!