¿Cómo tratar el acné adulto?

Aunque sea habitual pensar que el acné es un problema exclusivo de los adolescentes, lo cierto es que las pieles pueden presentar el acné a cualquier edad. Los adultos también tienen granitos en muchas ocasiones, a veces de manera continua y otras, de forma esporádica.

De hecho, en torno a un 15% o 20% de las mujeres padecen este tipo de enfermedad de la piel a partir de los 25 años, aunque no la hayan tenido nunca antes. A esto llamamos acné de comienzo tardío. En este caso puede presentarse con lesiones inflamatorias en mentón, alrededor de la boca y barbilla, dejando marcas oscuras rojas e hiperpigmentadas, o hasta cicatrices. Esto suele deberse a una alta producción de sebo en la piel, pero también a factores externos como el tabaco, el estrés, los desequilibrios hormonales en los ciclos menstruales, los hábitos de vida, la ansiedad o, simplemente, la predisposición genética a padecer acné.

El acné adulto es un poco más intenso y resistente que el resto, así que necesita unas consideraciones más constantes. La limpieza de la piel es fundamental. Es importante lavarse la cara por la mañana y por la noche, y emplear unos productos destinados exclusivamente a pieles con tendencia acneica. Limpiezas excesivas en casa, con exfoliantes potentes o uso de sustancias agresivas puede irritar la piel y empeorar la inflamación. El maquillaje puede ser usado siempre que sea no comedogénico, para no favorecer la obstrucción del poro.

Además de una correcta limpieza, la hidratación también es muy importante para aliviar la sequedad y la sensación de tirantez. Una correcta hidratación ayuda a equilibrar la producción de sebo de la piel. Una piel que está seca, tiene una barrera deficitaria lo que favorece la aparición de irritaciones e inflamación. Acumulo de residuos, de maquillaje o polución favorecen el aparecimiento de granitos.

Es importante conocer tu tipo de piel, y en el caso de la piel con tendencia al acné, es recomendable optar por fórmulas ligeras como los geles, de rápida absorción, y que sean no comedogénicas. Lo mismo vale para los protectores solares.

La exfoliación también ofrece muchos beneficios para la piel. Además de retirar las células muertas, ayuda a eliminar las marcas de la piel y también mejora su textura, dejándola suave e uniforme. Por otro lado, permite que los productos de tratamiento penetren mejor en la piel y cumplan mejor su función. La limpieza facial profesional, realizada con tecnologías para no dañar la piel y realizar una limpieza profunda también aporta estos beneficios.

Si llevas hábitos saludables, una piel hidratada, y una rutina de limpieza profunda con exfoliación, tendrás una piel sana y limpia de impurezas.

Medicina estética basada en ciencia

En Dermábile los protocolos médicos son diseñados por la Dra. Martins, además del seguimiento del tratamiento, garantizando atención antes, durante, y después de los procedimientos.